miércoles, 8 de abril de 2009

ESPIRITUALIDAD

Por Sri Chinmoy




Todos somos buscadores y nuestra meta es la misma: lograr paz, luz y alegría interna, llegar a ser inseparablemente uno con nuestra Fuente, y llevar unas vidas de verdadera satisfacción.
Vivir en la alegría es vivir la vida interna. Esta es la vida que conduce a la auto-realización. La auto-realización es la realización de Dios, puesto que Dios no es sino la Divinidad que hay en lo más profundo de cada uno de nosotros, esperando ser descubierta y revelada. También nos podemos referir a Dios como el Piloto Interno o el Supremo. Pero sea cual sea el término que utilicemos, estamos refiriéndonos a Lo Altísimo dentro de nosotros, lo cual es el objetivo último de nuestra búsqueda espiritual.
Una persona espiritual debería ser una persona normal, una persona sana. A fin de alcanzar a Dios, una persona espiritual ha de ser divinamente práctica en sus actividades cotidianas. En el sentido práctico divino, compartimos nuestra riqueza interna. Sentimos la motivación divina detrás de cada acción y compartimos el resultado con los demás. La espiritualidad no rechaza la vida externa. La vida externa debería ser la manifestación de la vida divina que hay en nuestro interior.


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